martes, 21 de febrero de 2012

LA DESHEREDADA - Argumento y personajes



En cuanto al argumento, la obra gira en torno a la quimera de la protagonista, Isidora, de querer ascender socialmente desde su humilde posición hasta la casa de Aransis, una casa de nobles. Isidora llega a Madrid para visitar a su padre que está ya muy enfermo y pronto muere. Tras ello, se instala en la casa de su tía y conoce a su hermano, de 13 años. Más tarde, se traslada a la casa de la familia Relimpio. Finalmente termina sin conseguir, tras un juicio, su propósito.

La desheredada está llena de personajes, algunos de los más importantes son:

  • Isidora: es el personaje más importante y trascendental de toda la obra y sobre el que gira la argumentación. Llega a Madrid para visitar a su padre que ya está muy enfermo y que poco después muere en el manicomio de Leganés. Su padre, Tomás Rufete, la educó y la concienció de que pertenece a la casa de Aransis y que por lo tanto es noble y que tiene que luchar por ello. Es consumista, poco ahorradora, apetitosa y poco trabajadora, adjetivos que no mejora en toda la obra porque ella piensa que no es necesario ya que va a ser noble. Encarna a aquella parte de la sociedad que vive de las apariencias, que se gastan antes su dinero en ropa o cualquier otro artículo con el que presumir dejando a un lado incluso la comida. Sus actos tienen el fin de conseguir su sueño, por ejemplo antes de casarse con Juan Bou, un hombre honrado, prefiere mirar a Joaquín Pez, de familia pudiente e influyente. Ella no trabajaba y odiaba el esfuerzo, y a ello contribuía que su tío el canónigo la diese el sustento. En conclusión, representa todo lo que Galdós critica con esta obra y por ello es para ella el peor final. Isidora puede ser considerada, en cambio, no como un reflejo de la locura que rige la sociedad, sino como vía para un pesimismo también inherente a esta obra, también por este reflejo de la sociedad. 
  • Tomás Rufete: Es el padre de Isidora. Aunque tan sólo aparece en el primer capítulo, participa activamente en el fin de Isidora, conseguir pertenecer a la casa de Aransis. Aparece en la obra como una persona no muy cuerda, que es internado en el manicomio de Leganés y muere finalmente. Es él principalmente quien influyó y concienció a Isidora las ideas de su pertenencia al marquesado, intentando demostrarlo con unos documentos que en el posterior pleito fueron declarados nulos. Su origen manchego puede estar considerado c
  • Encarnación Guillén: Es la tía de Isidora y se la conoce como ''la Sanguijuelera''. Es un personaje que juega un papel muy importante en la obra. Aunque cuando la madre de Isidora murió, Isidora se fue a vivir con su tío a La Mancha, su hermano se quedó con su tía en la calle Embajadores de Madrid. La Sanguijuelera es un personaje avaro, desconfiado y resignado. Su carácter se contrapone al de Isidora y al que Mariano irá acogiendo gracias a Isidora, es decir, no emplea crítica alguna a la nobleza o a los más ricos, sino una alabanza al trabajo y a la honradez. Otra contraposición a Isidora es su crítica a Tomás Rufete al cual le culpa de ''haber metido pájaros en la cabeza'' a Isidora en relación con las aspiraciones de Isidora a la nobleza. Encarnación jamás apoya a Isidora en sus aspiraciones, pero la da consejos y trabajo, los cuales rechaza Isidora. Conoció a Isidora cuando ésta tenía muy temprana edad y hasta que Isidora no volvió a Madrid por la muerte de su padre no la volvió a ver. La acogió durante un tiempo, pero el carácter recto y trabajador de la Sanguijuelera no congeniaba con la rebelde Isidora.
  • Mariano: Es hermano de Isidora y sobrino de Encarnación. Su carácter está marcado por su edad, 13 años al comienzo de la obra, pero con el trabajo de un adulto en la industria de Juan Bou. La situación de Mariano muestra cómo entonces se relacionaba el dinero con la educación, motivo por el que Mariano no pudo recibir una educación digna y se viese obligado a trabajar. Sus chiquilladas y sus actos infantiles muestran una rebeldía innata contra su situación, con mente de niño pero con vida y con responsabilidades de adulto. Con la llegada de Isidora y del dinero que reciben por parte de su tío el canónigo su vida cambia: deja de trabajar e Isidora pretende convertirlo en un hombre elegante. Lo lleva al teatro y le paga estudios en un colegio del que acabará escapándose por haberse convertido en la burla de sus compañeros e, incluso, de sus profesores por su poco nivel cultural. Al final de la obra acaba ganándose el sustento con petardos, incluso acaba disparando contra un noble rico llevando así al extremo los ideales que acogió gracias a la educación que le da Isidora. 
  • Francisca: Es la madre de Isidora y de Mariano. Aunque murió con prontitud, tuvo que aguantar durante bastantes años a un marido enloquecido y obsesionado por el dinero. Según Muñoz y Nones sabía que los documentos que Tomás Rufete usó para probar su teoría ante Isidora eran falsificados, por ello Isidora notaba cómo Francisca agachaba la cabeza cada vez que Tomás Rufete hablaba a Isidora sobre el asunto del marquesado. 
  • José de Relimpio: Es padrino de Isidora y uno de los personajes que más cariño la profesan. Es trabajador y honrado, y no comparte para nada las ideas de Isidora, y sí las del esfuerzo y la constancia para conseguir lo que cada uno se propone, tampoco cree en los documentos de Isidora pero declara a favor de ella en el juicio por los asuntos del marquesado de Aransis. Durante la mayor parte de la obra Isidora se aloja en la casa de la familia Relimpio aún con la disconformidad de hijas Laura y Emilia y de su mujer. El final de este personaje es tan malo como el de Isidora: muerto por alcohol.
  • Augusto Miquis: Se trata de uno de los personajes positivos en la obra, no sólo por el argumento sino también hacia Isidora: es médico y su relación con la ciencia tiene mucho que ver con el movimimiento literario en el que se encuadra esta obra. Además, es destacable que este personaje no sólo aparece en esta obra sino también en otras de Galdós como Tristana o como El doctor entre el centeno.

viernes, 17 de febrero de 2012

LA DESHEREDADA


Es la primera entrada tras cuatro meses sin publicar ninguna y ya tocaba hablar un poco de literatura. Creo que la mejor obra por la que puedo empezar es La desheredada, la mejor novela que hasta ahora he leído y, sin duda, una de las mejores novelas de la literatura española.

Se trata de una de las novelas naturalistas más importantes de este movimiento en el espectro español y perteneciente a un autor tan magnífico como es Benito Pérez Galdós, autor de otras magníficas obras como Fortunata y Jacinta o Doña Perfecta. La desheredada (1881) se enmarca en una época literaria (segunda mitad del siglo XIX- Realismo y Naturalismo) en la que aparecen grandes obras también con títulos de mujeres: Madame Bovary (1851), Ana Karenina (1877) o La regenta (1884-1885) en España; una manera, colocar como grandes protagonistas a mujeres, de criticar muy directamente el Romanticismo, en muchas ocasiones con gran ironía por parte del autor. Pretendían, generalmente, dar un nuevo giro a la literatura, un nuevo sentido y un nuevo ser: dejando a un lado esa evasión y ese individualismo románticos que no había servido de mucho a una sociedad desigual y poco crítica.  Son, por tanto, estos grandes cambios de movimientos literarios cambios del concepto de literatura: de la literatura como vía de la evasión, del encuentro con uno mismo, a la literatura como compromiso y utilidad a una sociedad que necesita de las letras. Este último concepto es el propició el cambio de la literatura hacia el Realismo y,más tarde, el Naturalismo: las finalidades de la escritura cambiaron automáticamente con el cambio del concepto de literatura, y con ello cambiaron los métodos de escritura.

Esta obra, al contrario que otras obras de mujeres, no sólo se basa en la incomprensión social, sino que esta incomprensión se encuentra inherente en una diferencia de clase; por ello, el principal tema que el lector puede percibir en esta novela es el ascenso social; tema también acogido por literatos como Guy de Mapassant en su cuento El collar o por Flaubert en Madame Bovary, aunque esta vez de manera menos importante. Esta quimera de Isidora, la protagonista, se ve reflejada directamente como consecuencia directa de las desigualdades sociales. El argumento de la novela refleja varios ejemplos de esta desigualdad social que la misma obra denuncia: mientras Mariano, hermano de Isidora, trabaja muy duramente con 14 años y no
ha podido tener una educación digna, el hijo de la marquesa se dedica a tocar el piano y ha recibido una buena educación; o la situación de la tía de Isidora, la sanguijuelera, comparada con la de otros personajes de mayor rango social.
El mismo autor habla en relación a la desigualdad en el Madrid de la obra y dice que ''son nacidas de la falta nutrición y del poco uso que se viene haciendo de los beneficios reconstituyentes llamados Aritmética, Lógica, Moral y Sentido común''. Aparece de nuevo, por tanto, y en consecuencia a las palabras de Galdós,  la importancia de la educación en una sociedad y la muestra que la desigualdad social también aparece en la educación.
Es muy importante el comienzo de esta obra. Empieza con el padre de Isidora en el manicomio de Leganés como un símbolo muy potente del mal que puede causar de la ascensión social, hasta llegar a la locura como el caso de este personaje tan importante e influyente para Isidora. Como el principio, el final también giro sobre ese tema, aunque más que el final la importancia reside especialmente en el final de algunos de los personajes, pues todos los personajes que apoyan a Isidora en su quimera o aquellos que la concienciaron de ello tienen un final muy oscuro, mientras que el resto sobrevive en aquella sociedad.
Aunque aparecen de manera mucho más simbólica en La regenta, el viaje en el que nos involucra al lector esta obra no sólo se centra en la zona de Embajadores o del Rastro, zonas de clase baja especialmente en aquella época, sino que aparece un contraste entre los diferentes barrios de Madrid, pues cuando se proclama la Primera República y la novela nos conduce por las Cortes, aparecían personas con aspecto mucho más distinguido que los que podían mostrar los vendedores y compradores de aquel Rastro de pobres.
El aspecto, la apariencia también es un tema recurrente, especialmente desde el punto de vista económico y social. Es una de las críticas más claras la del consumismo irracional, que hacía feliz a la gente tan sólo por poseer más y más, también llevado especialmente por Isidora. No obstante, el aspecto estético también aparece como consecuencia de unos condicionantes sociales, pues los escasos derechos laborales que tenía Mariano le impedían tener un aspecto tan pulcro como el del hijo de la marquesa, o la búsqueda incansable de Isidora de obtener buen maquillaje.
El origen de personajes como Isidora, Tomás Rufete o el tío canónigo de Isidora en La Mancha puede estar relacionado con que esa sea la tierra de Don Quijote, la de un loco que soñaba y cuya vida era una quimera constante, como parecen transmitir estos personajes.

En literatura, también en otros muchos ámbitos, la forma y el estilo es importante y, como he marcado anteriormente, ha de encuadrarse a esta obra en el Naturalismo y como uno de sus paradigmas en el territorio literario español más importantes. No es una simpleza el hecho de que una forma de escribir, marcada y nacida por una corriente filosófica llamada positivismo y con marcas del darwinismo, forme y constituya todo un movimiento literario, por ello, este movimiento también aparece como uno de los elementos más importantes ha señalar en este tipo de obras. La importancia de la genética dada en este Movimiento aparece reflejada en la historia, pues la ''locura'' de la ascensión social a la que aspira Isidora viene dada por miembros de una misma familia y los personajes ''positivos'' que no apoyan a Isidora pero sí la ofrecen soluciones sí que lo son.
Además, la obra realiza críticas a la sociedad en su conjunto y no directamente a personajes muy concretos, pues, como en las obras realistas-naturalistas y al contrario de lo que ocurría en el Romanticismo, la protagonista se supedita la sociedad, y los personajes aparecen como reflejos de los demás y no como un ente propio e individualizado, sino como un colectivo en continua influencia recíproca. El mayor ejemplo de esto en la obra es Mariano, el hermano de Isidora, cuyo comportamiento y manera de ser cambia totalmente una vez las ideas de Isidora han influido en él de manera muy importante; pero ha de observarse que estas ideas de Isidora que influyen en Mariano provienen de otra influencia a Isidora: la de su padre y su tío, éste último le mandaba a ella dinero y documentos para que esta quimera cogiese una forma cada vez más grande,  por lo que acabaría explotando al final de la obra de manera impactante para el lector.

Otra de los elementos a destacar es la importancia de la historia y la política en esta obra: conocemos a través de esta historia la política de aquella época, desde el reinado de Amadeo de Saboya hasta la Restauración, pasando por la proclamación en las Cortes de la Primera República española.