lunes, 27 de agosto de 2012

REFLEXIONES EN TORNO A LA NORMA. PARTE I



Muchos os habréis encontrado con personas dogmáticas, religiosas, normativistas o como queráis llamarlo; incluso puede que algunas de las personas que leen este artículo lo sean.
Entran aquí en juego conceptos como ''los salvadores'', ''la norma'' y ''los dioses''. A partir de estos patrones se construyen diferentes grupos llamados religiosos: cristianos (testigos de Jehová, católicos o protestantes), musulmanes, judíos, etc.

Conociendo durante mi estancia en Inglaterra diferentes culturas y grupos religiosos (musulmanes, cristianos y agnósticos) me he visto en la obligación de escribir esta pequeña entrada con algunas conclusiones que yo mismo he sacado. Durante la etapa ''educativa'' y mediante los medios de la desinformación se conciencia a la población de manera perspicaz, audaz e inteligente para unos intereses determinados, a dividir las diferentes culturas y sociedades en buena parte por la simpleza del nombre de sus dioses, ya sea Buda, Alá o el Dios cristiano. Pero, en realidad, asumir este análisis es asumir el discurso religioso de los salvadores y creadores del mundo (los dioses y sus profetas), creando a partir de este discurso una doble capa humana: la de unos pocos iluminados y la de la gran mayoría ignorante de su origen y su destino.

Creo que aquí es importante observar que las diferentes divisiones en clases de la sociedad: económica (clase alta y clase baja), populista (clase populista y clase popular) o religiosa (clase iluminada y clase ignorante), tienen en común dos patrones importantes: el famoso 1% y 99%, aquel 1% que nos controla económica y, como estamos viendo, también cultural y socialmente; la otra característica común es que quien defiende por interés propio estas ilegítimas divisiones sociales aportan como razón una ''gracia religiosa'': hay clases sociales por un esfuerzo mayor en realidad inexistente, hay ''clase política'' (concepto que no comparto) por un fallo de la democracia inexistente y hay ''iluminados'' por la gracia de un Dios inexistente.

Por tanto, esta ''gracia religiosa'' y este análisis histórico dejan en segundo lugar a las verdaderas creadoras de lo que hoy nos rodea: las personas: dejan de ser importantes por no ser ricas, por no tomar decisiones políticas (como en las dictaduras actuales) o por no ser  unos iluminados de Dios.


miércoles, 1 de agosto de 2012

ARRIBA Y ABAJO


Acabo de llegar del país con personalidad propia, Inglaterra, y me encuentro con que España está que arde y a las puertas de la intervención y de la ruina: un ministro de justicia que se cree iluminado por la moralidad y puede saber cuándo debe o no debe parir una mujer; un ministro de economía que pretende darnos de comer extirpándonos el estómago; y un populismo creciente que ve como la raíz del problema a ''los políticos'' mediante un falso recuento de políticos (500.000) con un único fin sensacionalista.
Allí, aunque la cosa está mejor (no están en el euro), los únicos titulares de la prensa inglesa eran algo así como ``El mundo saluda las gloriosas olimpiadas de Londres´´ (ya sabemos como de gloriosos son estos ingleses). Encontrabas cientos de páginas sobre sus gloriosas olimpiadas y sus gloriosas medallas, y otras tantas sobre asesinatos y noticias sobre la también gloriosa reina.
Eso era lo que destacaban y eso es de las pocas cosas en las que los ingleses no pueden presumir de ser diferentes: la desinformación. Periódicos, televisiones y radios manejados palabra por palabra  por el sistema, por los de arriba, por ese 1% que aun quiere que sigamos viendo a los políticos como el problema o los asesinatos como el tema del que hay que hablar. Viajando en los trenes, metros y paseando por las calles se escuchan semillas de desobediencia, y sin nosotros, los de abajo, los de arriba se caen y se romperán la crisma en un país en el que los problemas como los 5.700.000 de parados o el 26% de pobreza. Ningún medio de masas sacó a la luz noticias como la patera interceptada de emigrantes de españoles: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article39554
La democracia (son importantes las aclaraciones) es aquel sistema en el que el pueblo tiene el poder, decide y manda; es aquel sistema hecho desde, por y para el pueblo. La Iglesia, la manipulación informativa o la no representatividad del gobierno en los ciudadanos de a pie son algunos de los motivos por los que hablar de democracia en España en estos momentos es inviable, muy complicado y, sobre todo, una tremenda falacia, pero eso sí, una falacia tan gloriosa como la reina de Inglaterra. En cambio, el poder lo tiene una minoría que va a la bolsa, que endeuda países y que tiene mayoría absoluta en el Congreso de los diputados; se trata, pues, de un sistema creado exclusivamente para las minorías de poder (lobbys como la Iglesia, grandes fortunas, bancos...): esto es, por tanto, una DICTADURA en toda regla. Para ello, manipulan la información, intentando crear con ello una cultura de lo apolítico, del ''a mí la política no me interesa'' o del ''que más da si son todos iguales'', para que así la mayoría pueda sostener, aun estando perjudicada, a los pocos que obtienen beneficio.
Lo que no sé si se han dado cuenta los gobernantes (no me refiero sólo al gobierno) es que la gente se está hartando y que no se puede sostener más un sistema que poco a poco se está a quedando sólo con las fuerzas represivas como aliadas y no porque seamos los que nos levantamos en contra de él unos irresponsables (como algunos dicen), es que el sistema nos echó hace tiempo.