sábado, 15 de octubre de 2011

SOBRE LA IMPORTANCIA DE UNA SOCIEDAD EDUCADA, CON EDUCACIÓN Y EDUCATIVA


Hoy 15 de octubre, fecha clave en la indignación y en rojo en cualquier libro de historia que se precie, escribo, una vez más, sobre la educación. La educación no son sólo libros y cuadernos y profesores hablando durante minutos y minutos, movimiento como el 15M, ya estandarizado globalmente, también son educación y formación de nuestras conciencias, formación de que debemos gritar contra las injusticias y nunca arrodillarnos ante ellas.
La educación no es sólo información sino también formación, y la buena mezcla de ambos factores en un espectro unánime de la sociedad es lo que produciría el verdadero cambio: cambio de gobierno, de economía, de costumbres, de tradiciones e, incluso, de cultura.
Las sociedades se rigen por su historia y nuestro futuro por la historia que creamos en el presente. Esta historia y estas sociedades forman un llamado 'subconsciente cultural social', de tal manera que a falta de formación nuestro subconsciente cultural impulsa a la sociedad a comportase de una u otra manera. Nuestro país se forjó en torno a algo llamado 'catolicismo', que fuera de ser una religión sin más se convirtió en toda una institución con poder para manejar gobiernos y personas. Una religión que consiguió un Estado propio y creó una mentalidad propia.
Ahora el porcentaje de las personas que se declaran católicos a descendido en mucha cuantía, hasta quedarse en un 12% los católicos practicantes en España. Sin embargo, muchas de las ideas retrógradas vaticanas siguen en mente de muchos y el conservadurismo se extiende hasta quedarse en un sillón frente a una televisión y no frente a un libro o un lápiz y un papel. El machismo, la homofobia, el nacionalismo español o el racismo son ideas que siguen en este subconsciente cuyo máximo enemigo es la formación y la educación, en definitiva, la sociedad crítica. Cuando jóvenes y, a veces, no tan jóvenes insultan desde lejos, cuando ya se ha ido pero con intención de que lo escuche el insultado y todos los que por la calle transitan, te das cuenta en ese momento de la grandísima importancia de la educación: suelen ser personas poco formadas, conservadoras y, por tanto, sin espíritu crítico. No encontrarás, como yo no he encontrado, en ambientes universitarios pensamientos vacíos e inocuos aunque, en algunas ocasiones las mentes ya han sido tan manipuladas que para entonces ese conservadurismo se intenta extender con las razones que no existen.
La educación, además, debe estar relacionada de una manera necesaria con la economía: de todos es sabido que en nuestro país la crisis ha sido más fuerte por algo llamado 'burbuja inmobiliaria', es decir, por dejar la economía en manos de la construcción, empresa necesaria pero no prioritaria en la construcción de un Estado social como el que tantos buscamos y por el que tanto se va a gritar en las calles de todo el mundo en el día de hoy. La educación no sólo debe servir para tener títulos, sino también para utilizarlos; en un país donde tenemos una de las inversiones más bajas en investigación es fundamental plantearse esto.
¿Y para qué sirve tanta investigación? Esto se lo preguntarán much@s, pero tiene fácil respuesta: la creación de una cultura crítica, social, democrática y avanzada en contraposición con la que aún todavía hoy hay en mente de demasiados. Hemos de acabar, con esto, con las ideas de superioridad marcadas como tan fundamentales en la cultura del racismo (una raza superior a otra), machismo (un sexo superior a otro) o la homofobia (una sexualidad superior a otra). Queda, con estas ideas, totalmente refutada la idea de que la investigación no es un bien ganancial: al contrario, lo es mucho más que el hacer mezclas para conseguir cemento o para conseguir un buen cóctel: es y debe ser la base de una sociedad y el necesario cauce para debilitar todo aquello que consideramos injusto e indecente: es ir a la raíz del problema, de cualquiera de ellos: SOY RADICALMENTE PRO-EDUCATIVO.
No obstante, y ya con esto acabo, la educación no debe quedar como una palabra y como simplemente una gran inversión, que también, sino que, como avanzado anteriormente, la educación debe ser crítica pero también laica, gratuita y de calidad: gratuita porque debe estar al alcance de tod@s y con las privatizaciones sólo se produce desigualdad en el pueblo; laica porque o todas o ninguna, y mejor, claro está, ninguna, por lo  tanto,  la religión se debería estudiar en los centros educativos y TODAS LAS ESCUELAS deben ser neutrales en ese campo; de calidad porque de lo contrario todas las anteriores ideas no sirven de nada, porque, como ya he explicado, es importante y necesaria y, por ello, hay que cuidar que los ratios no superen las 25 personas en clase y hay que insistir en crear una cultura educativa; por último, crítica porque es la única salida al conservadurismo rancio y sin razón y porque la juventud debemos estar informados y formados para poder moverse por una sociedad que, de lo contrario, la aplastaría con la imposición de una ignorancia que sólo lleva a sentarse una tarde como hoy delante del sofá a ver la televisión.
POR UNA SOCIEDAD CON UNA EDUCACIÓN GRATUITA, LAICA, DE CALIDAD, CRÍTICA Y DE TOD@S Y PARA TOD@S.

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