miércoles, 28 de septiembre de 2011

LA EDUCACIÓN NO ES UN PRIVILEGIO, ES UN DERECHO.


Como sabréis tod@s el día 4 de julio, como se dice ahora que estas palabras están de moda, con nocturnidad y alegosía, el gobierno de la Comunidad de Madrid, aquel que comenzó gracias a unos sobornos, dio un paso más hacia su soñada privatización de los servicios públicos. Esperanza Aguirre y compañía también tienen sueños, no se los deneguemos: los ricos también lloran. Lloran porque no nos damos cuenta de nuestro egoísmo al no acatar sus privatizaciones: ellos deben ser de otra casta para tener lo que tienen: sus negocios y corruptelas. Sueñan con niños uniformados saliendo de sus colegios religiosos en los que debidamente aprenden la religión verdadera: la católica, que pudiera ser cualquier otra con tal de ganar más dinero. 
Yo soy dignamente uno de esos egoístas, será por envidia como ellos dicen, aunque todavía no he encontrado a qué tenerles envidia, el día que lo averigüe me cambiaré de acera ideológica, hasta entonces prefiero ser un perroflauta sin perro ni flauta, sólo con mis palabras (una de esas cosas vulgares que todavía no se pueden comprar), mis ideales y mi honradez.
Con estas medidas del día 4 de julio (fiesta nacional americana: será que a Lucía Figar le gustan mucho las hamburguesas y, ya de paso,  la educación privada estadounidense) más de 3000 profesores quedan en este curso sin poder ejercer la docencia; además, se suprimen las actividades extraescolares, las tutorías, las horas de compensatoria, en algunos casos los profesores de guardia de biblioteca y se eleva más aún el ratio de las clases. Esto reduce drásticamente la calidad de la enseñanza pública y por eso es pura demagogia y manipulación el hecho de decir que los profesores son unos vagos que no aguantan trabajar dos horas más.
La repetida justificación de estas medidas es la diosa crisis a la que tanto aluden y que tendrán que ponerla una estatua o dedicarla una calle porque les ha servido a este tipo de dirigentes de excusa; pero no vale como excusa por muchos motivos: primero, porque el pueblo llano no debe pagar una crisis económica, una crisis del capitalismo que los mismos gobernantes, banqueros y grandes empresarios crearon y no los maestros; segundo, una crisis de estas características se ha reproducido más en España por el déficit educativo existente que no importaba con tal de encontrar trabajo de peón en alguna construcción de un magnífico hotel costero, por ello, esta excusa es insostenible en tanto en cuanto es necesario desarrollar una economía basada en la economía; tercero, no es excusa la economía cuando se ha gastado más del doble en financiar la JMJ (actividad católica en un país supuestamente aconfesional) y la educación privada.
Resulta muy triste la impotencia cuando ves este tipo de medidas de la gente que nos manda, que nos maneja como a títeres en su juego empresarial. Estoy seguro que en algún lugar de sus subconscientes podrán comprender que, por lo menos el pueblo llano, somos humanos, personas y, como tal, necesitamos ser tratados con humanidad: sin insultos de ''vagos'' o ''golpistas'' como ha hecho la señora Aguirre a los profesores y al movimiento 15M; sin vejaciones de medidas de este tipo que tan sólo repercuten en una mayor desigualdad social persiguiendo el sueño de dejar a la mayoría en zapatillas y sin poder echar garbanzos en el cocido. Mientras Esperanza Aguirre se encarga de privatizar la educación madrileña el gobierno central se encargó el pasado año de privatizar la universidad con la Estrategia Universidad 2015: eso es lo que pretenden acabar con la capacidad crítica, siendo ya escasa, de los ciudadanos para poder andar a sus anchas y repartirse los 'botines' como plazca.
Las próximas huelgas del 4, 5 y 6 de octubre están totalmente justificadas: el único camino es la lucha; como se suele decir en las manifestaciones estudiantiles: ''estudiante si no lucha, nadie te escucha''. Debemos reclamar lo que es nuestro, lo que es de todos y no de unos pocos; debemos no dejarnos manipular por palabras baratas. Por todo ello, invito a todos los que componéis esta nuestra sociedad gritar y exigir en la calles y, especialmente, en la manifestación del día 6 a las 19h en Atocha.

jueves, 22 de septiembre de 2011

LAS HUELGAS


Las huelgas generales han sido, son y serán un instrumento importantísimo de protesta contra todas aquellas políticas que afecten negativamente a los trabajadores y a los derechos de estos.
Las protestas de este tipo son totalmente necesarias para defendernos como ciudadanos con derechos y deberes exigibles, y la pasividad sólo provocará que acabemos siendo súbditos de las empresas y de los especuladores. Un ejemplo de ello es Estados Unidos, donde la prestación por desempleo es mucho menor que aquí en España y donde el despido es totalmente libre y gratuito. Las huelgas son lo bastante útiles como para celebrarse, aunque haya gente que diga lo contrario, y prueba de ello es la que hubo el verano de 2010 en el metro de Madrid, que consiguió al final el propósito de los trabajadores y trabajadoras porque muestran unión, fuerza y la fe que los trabajadores tienen en lo que exigen.
Por el contrario, hay quien piensa que las huelgas no son la mejor forma de protesta por el hecho de que no solo son molestas y perjudiciales para el Estado y para las empresas sino que también perjudican al resto de ciudadanos. También hay algunas personas que las consideran como actos de protesta antiguos que recuerdan a siglos pasados. Un último argumento en contra es aquel que las considera ilegítima e innecesarias porque, dicen, aquello contra lo que protestan o suelen protestar los sindicatos es bueno para los ciudadanos y para el Estado en general.
En conclusión, las huelga son un buen modo de protesta que ha conseguido que tengamos los derechos laborales que hoy tenemos, y es el mejor método de protesta para que no nos los arrebaten.

lunes, 5 de septiembre de 2011

LA IMPORTANCIA DE UN ESTADO Y UNA SOCIEDAD LAICA

No hay más que escuchar la denostada televisión, o la radio, o leer los aún dignos periódicos, para ver que en estos los debates más serios únicamente se ocupan de temas de la actualidad cuya importancia en muchos casos es bastante cuestionable. En cambio, debates que no están relacionados tan directamente con la actualidad se dejan en muchas ocasiones a un lado; este hecho quizás sea uno de los motivos por los que, por ejemplo, la necesidad de un estado y una sociedad laica se vea cada vez más cuestionada.
La desilusión y la pasividad de la juventud hace que no se quiera llegar al fondo de los problemas de la actualidad. A menudo la gente arremete contra el machismo, el racismo y la homofobia, pero por otro lado acaba diciendo que es normal que el Estado español tenga relaciones ''especiales'' con la Iglesia o simplemente muestran indiferencia hacia este hecho. Sin embargo, las personas que ahondan en las causas profundas de actitudes tan deleznables como el machismo, la xenofobia o la homofobia deja la indiferencia a un lado y se dan cuenta que el laicismo es necesario.
La discriminación a las mujeres no sólo reside en la estructura de la Iglesia o de cualquier religión, sino también en los textos sagrados de estas religiones. Es sabido que los texto sagrados del judaísmo y del cristianismo comparten el viejo testamento, en el que se explica que en la creación de los seres humanos la mujer salió de la costilla de un hombre; además, el profeta (para los judíos) o hijo de Dios (para los cristianos) es un hombre, al igual que sus discípulos. También en la religión musulmana se discrimina a la mujer, se golpea contra su dignidad y se supedita a la del hombre.
La homofobia también está  presenta en estas tres religiones, y, al igual que el machismo, no sólo en la estructura de ellos sino también en sus libros sagrados. Un ejemplo de homofobia se encuentra en la Biblia, concretamente me estoy refiriendo a la primera carta a los Corintios de San Pablo 6:9-10, apartado de la Biblia en el que se llama a los ''afeminados'' injustos y se les compara bajo el mismo rango con los ladrones, los avaros o los estafadores. Cualquier tipo de discriminación hacia lo diferente, como es un homosexual para un heterosexual, da también lugar a discriminaciones como el racismo.
A pesar de estos argumentos, numerosas personas, entre ellos líderes de opinión como son políticos y periodistas, apuntan que España no debe ser laica porque ''siempre ha sido católica y hay tradición de ello''. Aunque esta afirmación no es falsa, hay que preguntarse si este hecho ha sido, es y será positivo para el transcurso de nuestra sociedad.
En conclusión, cren en la necesidad de un Estado y de una sociedad laica, pero aún creo más necesario, la existencia de debates en los que se de respuesta a este tipo de cuestiones y se profundize en la causas de lo que ocurre actualmente.

viernes, 2 de septiembre de 2011

POLÍTICA Y JUVENTUD


La política es fundamental y totalmente necesaria en la vida de todos y de todo cuanto nos rodea y, por lo tanto, también es fundamental en la vida de los jóvenes.
La política es tan importante puesto que afecta a muchos de los factores que nos hacen tomar una decisión u otra en la vida. Es gracias a la política que se construyan o no colegios, institutos u hospitales; es la actividad política la que más influye en nuestro salario, en si podemos estudiar una cosa u otra o en si puedo ir en transporte público o no. Al tener tanta importancia, nos puede afectar en la vida cotidiana de manera positiva o negativa, puesto que no todas las decisiones que toman los políticos son las correctas, por ello, debemos participar en la actividad política para adquirir el derecho a rebatir las malas decisiones que nos afecten o que afecten a otro colectivo cercano, porque si la actividad política nos da igual también deberían darnos igual las decisiones que se tomen gracias a ella. Entre las personas que deben participar en la actividad política también estamos los jóvenes, que debemos concienciarnos de esta manera de aquellos valores democráticos que defienden la pluralidad de ideologías que se perciben con la participación en la política.
Por otro lado, hay muchas personas que perciben la política como medio rápido y eficaz para enriquecerse, al tener como ejemplo de políticos a aquellos que salen en los medios de comunicación semanalmente en el apartado de corrupción. También hay gente que piensa que todos los políticos y todos los partidos son iguales y que, por lo tanto, votar a uno o a otro sería un mero trámite, puesto que todos harían el mismo tipo de política. Un último argumento en contra de participar en la actividad política es aquel que dice que las políticas económicas de los gobiernos no están fundamentadas por principios o ideologías que representen a los ciudadanos, sino que están preescritos por algunos poderes económicos en ocasiones más poderosos que la democracia, como son el FMI (Fondo Monetario Internacional) o el BCE (Banco Central Europeo).
En conclusión, la política es necesaria para todos y debemos participar en ella siempre y cuando estén por delante unos principios ideológicos honrados.